Pippi Calzaslargas >> Pippilotta para los niños soy <<
“Nostalgiagasmo” total (para las/los que crecimos a finales de los años 70 y principios de los 80), solo con escuchar aquella ya intro. Mítica melodía.
Tiempos de gris dictadura ya agónica, tiempos de “transición” esperanzadora.
Pero, más allá depolitiqueos y libros de la E.G.B. sobre la Historia de España, (donde cada una/o se las apaña) y se contaba, como mejor les interesaba o les venia en gana, no hay ninguna duda, aquel fue un periodo marcado por profundos cambios, tanto sociales como culturales.
Paso de contextualizar, yo no vengo a aburrir al personal; solo os diré que en aquella época, la televisión ejerció una poderosa influencia en nuestra infancia. La tele = reflejo de la sociedad.
InterElectrónica, de Barcelona.
Nuestra primera tele, marca Inter, era en blanco y negro, y frente a ella, tirados sobre la alfombra, en horario infantil y bocata en mano, vimos por primera vez, aparecer en pantalla a Pippi Långstrump (Pippi Calzaslargas) la cual, tranquilamente,a lomos de un caballo y con un mono tití sobre su hombro, entraba en aquel pueblo, a orillas del Mar Báltico.
Para entonces, se adivinaban sus pecas y la colorista vestimenta extravagante, así como sus trenzas.
La serie, basada en los libros de la escritora sueca Astrid Lindgren, fue rodada a finales de los 60s pero, emitida en RTVE bien entrados ya los 70s y claro, casi de manera instantánea, a toda aquella audiencia infantil (de pantalón a cuadros y jersey de cuello “gamberro”), nos voló la cabeza.
En casa, también teníamos el magnetófono y aparato de radio, todo 100% calidad, marca Inter.
Posteriormente,se dijo que Interfue adquirida por la prestigiosa marca germana Grundig.
Pues, estrenando década de 1980, es cuando en casa compraron nuestro¡Primer televisor a color! Inolvidable aquel momento en el que subían por la escalera nuestra nueva teleGrundig SuperColor.
Ni decir, que ya nada fue lo mismo.
Fascinante, aquel chute de color, las horizontales y casi rectas trenzas de Pippi, eran de un tono naranja rojizo, Villa Kunterbuntdonde ella vivía, “Pequeño Tío” el caballo a lunares, el mono “Señor Nilsson” y sus atuendos; la textura de las imágenes, incluso las rubiasmelenas, de los hermanos y compinches “Annika y Tommy Settergren”,todo aquello, se nos antojaba como un viaje psicodélico, (aunque evidentemente, aún no sabíamos que era eso) cada episodio era como un refugio de fantasía y escape de la realidad.
Innegable, su impacto y resonancia en nuestras cabezas y corazones, y como no, el carisma de Pippi Langstrump, figura icónica de rebeldía y libertad.
Aquella niña fuerte e independiente que desafiaba por primera vez a los estereotipos de género.
Nos quedábamos boquiabiertos con su eterno espíritu imaginativo y de contradicción, que se yo …
Vivía sola, acompañada únicamente por sus mascotas.
Caminaba hacia atrás, dormía con sus pies sobre la almohada.
Su lookradical, su outfit a lo oversized, cosido a base de trozos de tela, con medias hasta las rodillas y de dos diferentes colores,botas dos tallas más grandes. Para colmo de coolness, su padre, era unpirata errante y le dejo un baúl rebosante de monedas de oro para ir gastando.
Astrid Lindgren comenzó lafantasiosa historia de Pippi en el invierno de 1941, cuando su hija de siete años se encontraba en la cama enferma de los pulmones, y le pidió que le contara un cuento. Suadaptación a la televisión, se convirtió en fuente de inspiración para el juego y la creatividad.
Grabada en la memoria colectiva, como un símbolo atemporal del poder de la imaginación y la importancia de la amistad, la diversidad y la individualidad.
Pippi LangstrumpClassic Stories!
